La Revolución Cubana fue influyente en toda América Latina. Cuando
estábamos en las aulas universitarias terminando la década del 70 e iniciando
la década del 80, muchos asumíamos una conciencia social y tomábamos una
posición progresista, socialista. Vivíamos un contexto social donde se buscaba
el cambio y que naturalmente tomó mayor impacto desde el 1 de enero de 1959,
año que triunfó la Revolución Cubana con Fidel Castro. La gente trabajadora y
asalariada siempre fue muy perceptiva. Naturalmente los estudiantes también.
Alguna vez nos interesamos más en conocer sobre el mundo y como mayormente
teníamos radios importados antiguos y a tubos, buscábamos Radio Habana Cuba por unas bandas de frecuencia corta. Literalmente
nos pegábamos a uno de los parlantes de la radio para escuchar: “Esta es Radio Habana Cuba, transmitiendo
desde Cuba, territorio libre en América”. La expresión así, de esa manera,
nos acercaba a nuestros sueños e ideales. Como muchos, buscábamos escuchar el
programa: “Voces de la Revolución”, que eran fragmentos de los discursos
pronunciados por los líderes de la revolución, entre ellos Fidel Castro. Todo
eso, produjo un cambio en la visión que teníamos sobre el mundo. Aprendimos a
pensar diferente sobre los destinos de nuestra américa. Estoy seguro que hasta
quienes son contrarios a la Revolución Cubana, usan expresiones que nacen de la
propia Revolución.
domingo, 27 de noviembre de 2016
Fidel Castro
Una de las primeras veces que
escuchamos sobre Fidel Castro fue cuando éramos niños. En el colegio Jorge
Polar 951 de Arequipa – Perú, estudiábamos casi los últimos años de primaria coincidiendo
también con los inicios de la década del 70. Nuestro profesor y tutor, Sr.
Saavedra, tenía la costumbre de hacernos leer el diario El Pueblo con alguna
frecuencia los días lunes. Nos parábamos frente a los compañeros con una hoja
del periódico y leíamos para todos la noticia que el profesor nos había
indicado. Así, leíamos también sobre Cuba y la Revolución. Un día, el profesor
nos dejó expresamente la tarea de averiguar sobre Fidel Castro. Recuerdo que mi
hermano Jorge escribió unas cuantas líneas en una hoja de papel, resaltando el
triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959 y la fuga del dictador
Fulgencio Batista, quien gobernó Cuba bajo lineamientos de los Estados Unidos.
(En la fotografía: el Che Guevara y Fidel Castro)
martes, 22 de noviembre de 2016
La Llegada de Trump al Poder
Desde el martes 8 de noviembre,
oficialmente día de las elecciones en los Estados Unidos, no se ha dejado de
escribir en el Perú e internacionalmente sobre la victoria de Donald Trump.
Ciertos sectores sociales se han movilizado en contra de los resultados, principalmente
inmigrantes manifestando su desacuerdo, aunque después han disminuido los
movimientos, escuchándose algunas posiciones iniciales del virtual presidente.
Es importante considerar tres
factores concretamente que de alguna forma han contribuido en la victoria de
Donald Trump:
- El problema de la economía. En los últimos años se ha mostrado poco impulso en el proceso de recuperación y crecimiento. A nivel mundial, Estados Unidos ha venido perdiendo la hegemonía que presentaba hace algunas décadas, dando paso a otros países como China. Aquí también es importante mencionar la poca capacidad del sector inversionista de absorber mayor mano de obra, aumentar el empleo e impulsar su capacidad productiva.
- El problema migratorio. Definitivamente un problema social de varias décadas. Existe un muro desde hace años que divide la frontera con México, aunque no lo es en su totalidad. Así se construya más, seguirán pasando miles de personas ilegalmente y provenientes de todo el mundo.
- Seguridad interna y lucha contra el terrorismo mundial. Hay una preocupación por dar mayor bienestar a una población que ya estaba cansada de políticas anteriores. La victoria de Trump en las urnas ha sido una demostración de eso. En torno a contexto mundial, también luchar contra grupos y organizaciones terroristas es una forma de imponerse frente al mundo.
En los últimos días y antes de
Thanksgiveng Day, hay nuevas declaraciones de Donald Trump que harán que hablar
en los próximos días. Veremos.
sábado, 19 de noviembre de 2016
El desfile
El día que nos tocó participar en
el desfile central fue increíble. A pesar que muchos compañeros me acompañaban,
creo que en algún momento estaba solo. No podía ver claramente más allá de un
metro.
Aunque ya estaba en la
universidad, ese día parecía que estaba en el colegio. Levantando la voz dije:
– ¡Por favor! ¡Cuántas horas más
tenemos que esperar!
Y seguíamos en el mismo lugar.
– ¡Esto parece increíble! ¡Creo
que tenemos más de seis horas esperando! – dije, dirigiéndome a un amigo.
– ¡Oh! ¡Si! – me respondió.
Quedé impresionado. Por un
momento pensé que a él no le importaba. Bueno, él podía esperar las horas que
quiera, pero yo no estaba dispuesto a hacerlo.
domingo, 13 de noviembre de 2016
Kuczynski: ¿Necesita de Marketing? ¿A quién le importa?
Del presupuesto de todos los
peruanos, se gastará 47 millones de soles para elevar la imagen del presidente.
Hoy domingo 13 de noviembre observé que ya estaban pasando algunos mensajes por
los medios de comunicación. Francamente no era gran cosa, algunos spots sobre
algunos delincuentes que fueron capturados, que se habían destrabado algunas
inversiones. Algo así, aunque no causaba un gran impacto. Claro, las empresas
que pasan los avisos por TV por ejemplo empiezan a ganar más. Al estado y a
Kuczynski le interesan hacerse marketing ¿Frente a quién? Frente a los mismos
peruanos. ¿A quién le importa? Se hará propaganda o marketing personal. Es
momento de parar ¿No escuchamos que nos preocupa el déficit fiscal? ¿Si así
gastan el dinero qué más conoceremos después? Así se usan los recursos. ¿Será
suficiente? ¿Realmente le importa al común de la gente ver por los medios de
comunicación más de los mismo? ¿Ya no sabemos desde hace tiempo cuál es su
temperamento? ¿Ya no sabemos cuáles son sus expresiones preferidas cuando se
refiere al pueblo? No es grato naturalmente repetirlas. ¿No será mejor mostrarnos
con claridad hacia dónde vamos? Más de un investigador no vislumbra realmente
nuestra orientación en el contexto histórico. ¿No será mejor comprometerse con
la población y asumir su conciencia social?
sábado, 12 de noviembre de 2016
El Perrito de la Torrentera
(En la foto, la mamá perrita)
Volví varias veces para mirar el
perrito que estaba en la torrentera. Un poco más arriba del “Mall Parque
Lambramani” (Arequipa, Perú), casi exactamente debajo del puente La Isla. Me
apoyaba al muro de contención para buscarlo. Miraba hacia arriba como
dirigiendo la mirada a la Av. Jesús y luego hacia abajo. Naturalmente la
torrentera estaba con basura. Algunas personas de los alrededores no tenían
cuidado y lanzaban desperdicios en bolsas y se juntaba con las piedras y la
tierra. A veces se sentían olores muy fuertes de algunas bolsas que entraban en
estado de descomposición. El cauce de la torrentera se convertía poco a poco en
un gran basurero. Una noche vi a la perrita que era naturalmente la madre del
perrito, que ladraba desde un lugar cercano a esos obstáculos de cemento.
Comprendí que era una forma de ladrar al mundo como para decir que nadie hacía
nada por su perrito. Claro, como todavía era algo pequeño, no podía saltar. La
perrita quien era la madre, ladraba y ladraba, escuchándose un ladrido algo
especial, hasta diría algo lastimero o con pena, como pidiendo ayuda al cielo y
a las estrellas. ¿Quizá a ese Dios que conocemos? Alguna vez la veía acompañada
de otros dos perros grandes como ella. Quizá compartían su preocupación por su
hijito, el perrito, y la acompañaban. Ahora solo estaba un perrito. Recordé
también que aproximadamente un mes antes había visto a varios perritos, en
total tres, y obviamente había quedado uno solo. Hasta conversé con una señora
que tenía una tienda por la avenida Jesús donde vendía pollos. Luego de unos
días me dijo que había trasmitido la noticia de los perritos a una señora con
su hijo y se habían interesado en ir a ver porque ella tenía como un pequeño
albergue y prestaban ayuda. Otro día y casi a media mañana vi a varios perros
grandes, como unos cuatro, que caminaban por el cauce. Uno de ellos de buen
porte, de un color café claro (como amarillo) y de un pelaje muy fino y bonito corría
tratando de perseguir a unos pajaritos que volaban por la cercanía. Notaba que el
perro saltaba y volvía a correr mirando donde pisaba, porque habían pequeñas
piedras, algunos arbustos y bolsas de plástico. Así, varias cosas, varias. Durante
los días de la última semana de octubre lo fui buscando y me di cuenta que un
hombre desde hacía varias semanas le dejaba agua fresca en un balde que sirve
para las pinturas. Se veía el agua muy limpia y cristalina. Alguna vez también
observé que el depósito no tenía agua o estaba volteado. Luego de otro par de
días aparecía lleno nuevamente de agua. Sentía que alguien más se preocupaba,
eso parecía, aunque realmente se preocupaban también otras personas. Advertí
que desde el muro otras personas le lanzaban unos panes en alguna bolsita. Otro
día miré una bolsa de plástico con esa comida especial para los perritos que
venden por kilos. Algunos la llaman comida seca, otros le dicen galletas. Así,
aunque siempre pensaba que yo era la persona que debía sacarlo, llevarlo donde
el veterinario y después cuidarlo. En casa ya vivían con nosotros cinco
perritos y un gatito. Un día cuando pasaba por el puente a eso de las siete de
la noche, lo vi al perrito sentadito a un costado de los cimientos del muro de
contención, en una como especie plataforma de cemento que el concejo había
construido para la lluvia. El perrito ya tenía unos tres meses y medio o algo
más. Había logrado subir a ese sitio y parecía que estaba conociendo algún
camino para salir de allí. Aunque realmente parecía algo difícil porque después
se levantaba más obstáculos. Así, estaba sentadito en medio de la torrentera y en
medio de la tenue oscuridad. El perrito miraba muy tranquilo desde su sitio.
Parecía estar en una calma espera por la persona que le llevaba agua y seguro
esperaba que un día lo saque de allí. Realmente fue casi la última vez que lo
vi. Estábamos terminando octubre de este 2016. La fiesta de Halloween estaba en
apogeo ese último día de octubre. Desde ese día fui varias veces y aunque antes
también le había llevado comida o le preparaba algo en casa, luego ya no
estaba. Pasaba por allí y ya no se veía ni agua en el recipiente. Hasta el
recipiente fue desapareciendo. Ahora que es 11 de noviembre, mi alma quiere
asimilar y decirme que alguien con un sentimiento profundo se lo ha llevado
para criarlo y darle un hogar. Es la esperanza. La perrita mamá ya no caminaba
por el lugar.
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