El gabinete se presentó ante el
congreso el pasado 2 de mayo y recibió la confianza con 94 votos a favor. Los
abrazos, saludos y más comentarios no se dejaron esperar. Naturalmente el
ejecutivo fue el más complacido con todo esto. Si observamos por un momento
algunas circunstancias precedentes, se siguió un similar proceso de conversaciones
como lo hicieron los gabinetes anteriores y al parecer no dieron los resultados
esperados. Claro que de alguna forma ahora estamos frente a un nuevo contexto
coyuntural. Es otro gobierno como dicen algunos, aunque hay quienes siguen
sosteniendo que es el mismo gobierno. Al parecer hasta ahora en eso no se ponen
de acuerdo. ¿Qué esperamos así? ¿Solo convivencia democrática? ¿Sacarle el
mejor provecho al estado en desmedro de esa población que espera por soluciones?
Aquí lo importante: a) Nuestro modelo de acumulación de capital debe
corresponder a los intereses de la mayoría de la población, considerando sus
formas sociales de expresión y sus niveles productivos, b) El estado es la
expresión del pueblo y nada tiene que ver con las élites, corrupción y lobismo
que estábamos acostumbrados; hay que sentar las bases de una visión
sociopolítica de nuestra realidad como país, y c) Dinamizar la interacción
entre la base económica, los actores políticos y las medidas de política
económica, de tal forma que pasemos de una forma acostumbrada extractiva de producción
a una complementaria y de mayor valor agregado con la creación de mejores
bienes de consumo y de capital. Esperemos que sucede y cuál es la perspectiva
para estos primeros cien días.
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