Cuando uno viaja del Cuzco hacia
Urubamba, al Valle Sagrado de los Incas o piensa seguir hasta Quillabamba, pasa
casi inevitablemente por Chincheros, zona arqueológica, de sembríos y de gente
dedicada al campo. Hay una energía especial en toda la ruta, en el Cuzco y se
ve reflejada en cada extensión de terreno.
Se siente saber cómo empieza o
cómo termina (no sé qué decir) el proyecto del Aeropuerto de Chinchero en el
Cuzco. Un proyecto que se menciona desde hace 40 años. Hace unos días apareció
nuestro presidente Pedro P. Kuczynski, más exactamente el lunes 30 de enero
2017 con una pizarra para decirnos que los peruanos estábamos ahorrando casi
como 590 millones de dólares. Bueno, luego de eso, varios profesionales y economistas
entre ellos, le hicieron saber que no era realmente cierto lo que estaba
diciendo, que esa cantidad que se suponía de intereses no existía. Hasta en el
semanario Hildebrandt refiriéndose al tema y a la firma del contrato, le
dedicaban un artículo: “Metiéndonos el dedo”.
Además, varias personalidades
están involucradas en el consorcio o empresa Kuntur Wasi, empresa que será la concesionaria
y que presenta ciertos problemas financieros. Aquí algunos nombres. Ximena
Zavala, que es la gerente general y hermana de nuestro primer ministro Fernando
Zavala, quien salió en televisión diciendo que no había intervenido en el
proceso de la negociación donde estaba su hermana. Cecilia Blume, cercana a
nuestro presidente y conocida lobista, según tenemos conocimiento de varios
emails anteriores pidiéndole favores a quien fue ministro Luis Castilla, de no
grata recordación. La hermana del señor Luis Castilla, Carolina Castilla es
socia de Cecilia Blume. El expresidente chileno Piñera según publicaciones, es
accionista minoritario de la empresa Kuntur Wasi y socio de Kuczynski en la
compra de una empresa pesquera Exalmar. Carlos del Solar, según información de
muy buena relación amical con nuestro presidente Pedro Kuczynski por muchos
años, aportante de dinero en su primera campaña, y vicepresidente y accionista
de Kuntur Wasi. Así, ¿Lobismo?
¿Amiguismo? ¿Negociazo de viejos amigos? ¿Casualidades?
Todo esto de alguna manera nos
bosqueja cómo se ha llevado lo que se ha llamado en varias oportunidades una
asociación público privada (APP). Frente a ello, varios profesionales han
manifestado que con las condiciones y adenda (anexo) que se discute, realmente
es una obra pública disfrazada de asociación público privada. Es lesivo al
estado. Donde el estado asume el riesgo, hace el movimiento de tierras inicial
con sus propios costos, pone la mayor cantidad de dinero para los siguientes 5
años (casi 80% del total) y al consorcio o empresa se le da todavía una
concesión por el manejo del aeropuerto por 40 años. Al final, la famosa adenda,
que la han llamado “adenda trucha”, beneficia mucho más al consorcio que al
estado. Hay quienes han llamado que en todo esto hay un “oportunismo
empresarial” del consorcio en mención. (Inicialmente la empresa ponía alrededor
del 80% del costo total y el estado el 20%). Algunos expertos frente a esta
situación, indicaron que el estado debería terminar la construcción como obra
pública y después licitar la administración o concesión.
Obviamente había que seguir el
curso de un proyecto que tuvo algunas críticas desde al comienzo, por la
altitud por ejemplo del aeropuerto de más de 3700 metros sobre el nivel del mar
que podía dificultar la operatividad y navegabilidad de los aviones. Así. Luego
de críticas y de inicios de un paro regional, el gobierno estuvo algo así como
contra la espada y la ´pared. Aceptó la construcción del Aeropuerto Chinchero
que favorece a la empresa, haciendo la firma respectiva. ¿Qué pasará después?