domingo, 30 de julio de 2017

PEDRO KUCZYNSKI Y EL MENSAJE: ¿ESPERANZAS?


Solo esperanzas. Es la única palabra que encuentro para resumir el mensaje de Pedro Kuczynski el último 28 de julio de 2017. Podemos entender la esperanza como una forma de creer todavía y quizá tener confianza, sin embargo, al final se va convirtiendo en una ilusión que tiene poco fundamento real.

Un mensaje centrado de alguna manera en resaltar ciertas carencias pasadas en materia de política económica, así como también bosquejar todo un conjunto de acciones que nos permitan dinamizar la economía con nuevas inversiones.

Del mensaje se desprende que la reactivación de la economía tendrá sus bases en el mercado. Las conocidas fuerzas del mercado harán su trabajo a pesar de los deseos del presidente. Los indicadores de crecimiento del 4 por ciento y quizá del 5 por ciento para el 2018 son solo cifras cuánticas. No hay una visión de una verdadera transformación por un Perú mejor a pesar de las buenas palabras e intenciones. Nuestro país quedará expresado en su conocida diversidad productiva y cultural, manteniendo posiblemente nuestras mismas fuerzas productivas en las conocidas formas de acumulación de capital, con una desigual y perenne distribución de la riqueza. ¿Cuántos agentes económicos micro, pequeños y medianos empresarios recibieron el mensaje con ese entusiasmo y pasión por los nuevos cambios?

Un mensaje que no fue dirigido a toda esa población mayoritaria que depositó su voto en las urnas creyendo, aunque como sabíamos también en esas circunstancias pasadas del proceso electoral, ambos candidatos (Fujimori y Kuczynski) representaban casi lo mismo. Como alguien se atrevió a decir: había que votar tapándose la nariz, porque uno apestaba más que el otro.

Esa población mayoritaria con reducidos ingresos esperaba más. Probablemente escuchar algo sobre nuevos reajustes del salario mínimo que va quedando con menor poder adquisitivo a consecuencia del incremento de los precios en muchos productos. ¿No era su promesa de campaña electoral señor Kuczynski el salario mínimo? Esa población del norte y casi olvidada por los problemas climáticos sufridos tenían la esperanza de cambiar su situación a corto plazo, sin embargo, todo va quedando en la conocida frase de “reconstrucción con cambios”, que solo supone mejorar las infraestructura con una mejor prevención. ¿Dónde está ese vínculo del Estado con la población peruana? ¿Dónde está el Estado como un conjunto orgánico que se desvive por las grandes mayorías de la población que es su razón de ser y existencia? ¿Dónde está ese Estado que comparte la preocupación por los maestros y por las comunidades?

Casi no hay cambios en el ejecutivo. Se mantienen a casi todos los ministros. Se promueve una vez más a la señora Molinelli, cuestionada y denunciada por la procuraduría anticorrupción por la firma del contrato de la adenda del Aeropuerto de Chinchero en el Cuzco. Al parecer en el gobierno del señor Kuczynski los funcionarios se acomodan a las circunstancias. ¿Va primando el amiguismo de los funcionarios? ¿Se impone el arribismo conocido? ¿Kuczynski quiere quedar muy bien con todos? No hay otra explicación. Se intenta delegar y se apertura a nuevas personas como Choquehuanca, aunque finalmente cada quién cumplirá su papel de acuerdo a sus expectativas y visión particular. No hay en definitiva un horizonte diferente. No se vislumbra mejores luces. Lamentablemente. No hay una visión política.

Todo eso demuestra que realmente no hay una perspectiva de cambio real. Se trata en todo caso de administrar lo que se está haciendo, aunque nos llenemos de la palabra “técnicos”. Solo eso, palabras. Muchos son simplemente funcionarios que aprenderán en el proceso.
  

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