No se cumplieron los 100 días de
gobierno en el Perú y ya tuvimos el mensaje del presidente. ¿Refleja realmente
un derrotero social, político y claridad económica? ¿No es solamente un listado
de acciones y voluntades como el discurso del 28 de julio 2016? Naturalmente
llovieron comentarios. ¿Algunas circunstancias motivaron adelantar el mensaje
nueve días antes? ¿La coyuntura social y política fue el condicionante? ¿Qué
nos mostraba la coyuntura particular?
- El problema de la corrupción dentro del estado como una constante. El presidente tratando de callar ciertas cosas frente a lo inevitable. Intentando olvidar o manifestar que son casos cerrados, cuando en realidad son casos públicos. La población observa todo lo sucedido con el Sistema Integral de Salud con el médico Moreno tildado de corrupto, que involucra a varios profesionales. La iglesia de alguna manera está involucrada y se investiga. La denuncia del cobro de cupos por gente de la agrupación política del gobierno para integrar las listas pasadas al congreso. Claro, frente a eso también, es mejor no decir palabra.
- En el congreso la mayoría de Fuerza Popular (llamados fujimoristas) es aplastante. Unidos al partido aprista eligieron como nuevos directores del Banco Central de Reserva del Perú a Rafael Rey, José Chlimper y Elmer Cuba. Se aceptaba la realidad, no había más, hasta ser genuflexo si es posible. El presidente destacaba las cualidades profesionales de Chlimper, sabiendo que ha sido involucrado en unos audios en que intentó defender a Joaquín Ramírez (secretario general del partido de Fujimori), investigado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos. Sobre Rey, él mismo lo ha dicho, que va a estudiar. ¿Solo repartijas?
- Es evidente que no tenemos una organización partidaria sólida y consolidada que esté dirigiendo en este momento los destinos del Perú. El partido del gobierno no es tal. Es posible que eso muestre en el gobierno cierta debilidad para enfrentar los problemas de corrupción y otros. ¿El sentirse servido por la mayoría congresal le da al ejecutivo cierta gobernabilidad? No hay una claridad política y las argumentaciones de los integrantes del poder ejecutivo incluido el presidente, se derivan de la coyuntura. ¿Son ambiguas?
- En Apurímac, la mayoría de las comunidades involucradas en el proyecto minero “Las Bambas” aceptaron esperar 45 días, levantando su protesta. El pedido fue formulado por el primer Vicepresidente Vizcarra mostrándose y diciendo: “Yo soy sincero…”. No hay que olvidar que a los cuatro fallecidos de hace unos meses, se suma la muerte (ahora en octubre 2016) del comunero Quintino Cereceda Huisa, caído por un disparo del aparato represivo del estado. ¿El estado tiene conciencia social? ¿Una empresa se impone a millones de peruanos? La viuda de Quintino Cereceda, Antonia Huillca pide justicia y se pregunta cómo educará a sus tres hijos. ¿No merece una reparación de parte del estado? ¿No pudo viajar Pedro P. Kuczynski con la misma premura que a otros lugares para ver su problemática?
- Cesar Hildebrandt empieza su comentario el su semanario con el título de: “Demagogia a los 100 días”. Termina diciendo (lo resaltamos en negrita): “El discurso presidencial de los 100 días fue una puesta en escena plagada del más viejo ardid de la política criolla: el atarante, la frase enredosa y sin contenido, la mentira apenas encubierta. Y así por el estilo”.
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