sábado, 8 de abril de 2017

DOMINGO DE RAMOS Y MONSEÑOR ROMERO


Un Domingo de Ramos y en una de las misas principales en El Salvador, monseñor Romero en su homilía hace algunas críticas al gobierno, defendiendo a la gente campesina, comunidades y civiles en general, quienes estaban siendo asesinados por grupos militares del gobierno salvadoreño y por los escuadrones de la muerte creados por grupos de derecha. Todo en un contexto de guerra civil y manifestación de los grupos de poder.

“Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión

Al día siguiente de ese Domingo de Ramos y cuando Monseñor Romero celebraba una misa fue asesinado. (Marzo de 1980)

Años después, en febrero de 2015, Monseñor óscar Arnulfo Romero fue elevado a Santo por el Papa y la Iglesia. 

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