(La fábrica, lugar de la reunión.
Se observa trabajadoras en el break)
El señor
Benito se dirigió al conjunto de personas hablando en inglés y por el acento y
la seriedad en el tono de la voz, Mariano dedujo la importancia que llevaba el
mensaje. Luego, procedió la señora Nancy con algunas palabras más. Todos escucharon con mucha atención y nadie
participó para intervenir.
Posteriormente el señor Benito volvió a decir:
– Voy a
hablar ahora en español.
– Sí –
dijo la señora Nancy –, es necesario también.
– Quiero
comunicarles a todos – dijo el señor Benito, con tono grave –, que en estos
días tenemos muchos trabajos que entregar y no podemos esperar mucho. Debemos
cumplir con las fechas señaladas en los contratos. Les pido a todos ustedes
que sigan poniendo mucha voluntad en su trabajo, para poder terminar con todo.
– Yo –
dijo la señora Nancy –, quiero continuar.
– Muy
bien – dijo el señor Benito –, puedes proseguir.
– Les
quiero decir – dijo la señora Nancy, asumiendo una actitud altiva – que yo no
me voy a matar sola para avanzar en el trabajo, toda apurada. Mientras tanto ustedes
aquí, están ganando sus ingresos y por lo tanto, tienen que trabajar como yo.
– ¿Tienen
alguna pregunta? – dijo el señor Benito.
Nadie
preguntó. Las trabajadoras se limitaron a escuchar a los dueños. Parecía más
bien que, los labios de cada una se habían sellado con fuerza. A la hora del almuerzo siguieron los
comentarios.
– ¡Qué se ha creído la vieja! – dijo Cony –. !Qué nos va a exigir trabajar más!
– Tu
sigue trabajando – dijo Rosa –, como de costumbre.
– Y tú –
dijo Cony – ¿Qué dices Blanca?
–
Tenemos que trabajar normal – dijo Blanca –, estoy de acuerdo.
– Por lo
menos – dijo Rosa –, la señora nos debió hablar de un aumento, eso sería otra
cosa.
– ¡Oh!
Claro – dijo Epifanía.
Pilar
escuchaba la conversación y se veía tranquila. Obviamente estaba ganando más.
Se
quedaron calladas cuando pasó la vieja cerca de la puerta, intentando mirar a
quienes exactamente dialogaban a esa hora. Entre tanto, alguien miro hacia el reloj y todas saltaron de sus
asientos.
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